Pachuca de Soto, Hidalgo.- Mary Ellen Mark es una laureada fotógrafa y fotodocumentalista estadunidense con medio siglo de experiencia, que lo mismo ha retratado grandes luminarias del cine y realizado trabajos de moda o entretenimiento, que fotografiado la vida profunda de la gente marginal, de drogadictos, prostitutas, gente en el abandono y las víctimas de los flagelos de la guerra; le ha tocado presenciar cambios sociales como la lucha de gays y lesbianas o las protestas hippies; frente a su objetivo han estado desde prostitutas de Bombay hasta Marlon Brando o Jack Nicholson, pero su pasión ha sido captar la imagen de los excluidos, de los desterrados de la tierra.
Enamorada de México, acudirá a nuestro país para fungir como jurado en el Concurso del Festival Internacional de la Imagen 2015 que se desarrollará del 8 al 15 de mayo, exponer una pequeña parte de su vasta obra y proseguir su itinerancia hacia Oaxaca, donde imparte regularmente cursos y talleres.
En foto, su primer amor fue una cámara Box Brownie (de las que hacía Kodak) cuando sólo tenía nueve años y corría el año 1949; la guerra mundial todavía estaba fresca en las mentes de los adultos que la rodeaban. Tal como le ocurría a niña Mike, personaje de Carson Mc Cullers con la música, Mary Ellen miraba y vivía en el mundo paralelo en el que las imágenes de las personas, los espacios, los gestos y las dolencias humanas iban delineándola, iban boceando la fotógrafa y artista en que a la postre se convirtió. Mary Ellen Mark creció en los suburbios de Philadelphia, esa ciudad que se caracteriza por su vida cultural, su legado histórico y su actividad artística.
Niña aún, Mary Ellen Mark nunca tuvo duda de su vocación, la luz y las sombras se habían apoderado de su yo creativo. Ni se percató de la trayectoria que comenzaba al tomarle fotografías a su familia y amigos, “probablemente voy a ser fotógrafa”, se dijo.
Terminó la preparatoria y el equivalente a una licenciatura como BFA por la Universidad de Pennsylvania en 1962 y dos años más tarde recibió el grado de Master en Fotoperiodismo, por el Colegio de Comunicación de la misma universidad, catalogado como el mejor de su campo en los Estados Unidos.
Un año después de su formación académica, despegó la verdadera carrera de Mary Ellen al recibir la prestigiosa beca Fullbright que le permitió desarrollar su proyecto a través de Turquía, y mientras buscó el tiempo para llevar su inseparable cámara análoga (no usa de otras) por Inglaterra, Alemania, Grecia y España. En 1992 su alma mater le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa.
Mary Ellen ocupa una amplia gama de cámaras en varios formatos de 2.5 pulgada cuadrada, 35 mm y cámara de visión 4×5 pulgadas, utilizando Kodak Tri-X, para película en blanco y negro. En cuanta entrevista ha concedido, afirma que ella recomienda a sus estudiantes que usen y no se deshagan de su cámara análoga, pues serán objetos de memorabilia de un alto precio. Ella nunca ha tomado —ni tomará, dice— una foto digital, pero sí reconoce que muchos de sus colegas y alumnos han tomado fotografías digitales de gran belleza.
La fotógrafa ha logrado poner de relieve muchos de los grandes problemas de la humanidad a través de sus numerosos libros, exposiciones y trabajo en publicaciones en Life, New York Times Magazine, The New Yorker, la revista Rolling Stone y Vanity Fair. Durante más de cuatro décadas, viajó exhaustivamente para tomar imágenes que reflejan un alto grado de sensibilidad como artista, mucho ojo como reportera y un gran humanismo como persona. Se le reconoce como una de las fotógrafas más respetados e influyentes de los Estados Unidos y a nivel internacional.
Las diversas culturas de nuestro mundo que sus fotos exhiben sin condescendencia se han convertido en hitos en el ámbito de la fotografía documental. Retratos como el de la Madre Teresa, o circos de la India, y prostíbulos de Bombay resultaron después de muchos años de entrenar el ojo y las entrañas.
Cuando estuvo haciendo su serie de prostitutas en Bombay, dormía en el mismo sitio que las mujeres, pero ellas le dieron un dormitorio casi escondido para que los clientes no se ahuyentaran al notar su presencia. Mary Ellen percibió de cerca la sordidez y el patetismo de la vida de prostíbulo y logró imprimir también los pequeños momentos de alegría que esas mujeres escasamente podían disfrutar. Mary Ellen por estos trabajos y otros que documentan vidas atroces se considera a sí misma una “fotógrafa de la calle”.
En el otro extremo, el trabajo que le da de comer según ha dicho, es cumplir contratos para tomar lo que llaman foto-fija en grandes superproducciones cinematográficas, desde estar en el plató de Federico Fellini en “Satyricon” o en el de Francis Ford Coppola durante “Apocalypse Now”, o en la ganadora de 5 premios Oscar “Atrapado sin salida” de Milos Forman. Ella misma, junto con su esposo, el cineasta y fotógrafo Martin Bell, fungió como productora de una película nominada “Streetwise”, que fue dirigida y fotografiada por su marido.
Los premios de Mark se acumulan por montones, recibió recientemente el “Premio al Logro de Por Vida” en 2014, por la Eastman Fountation y el World Photo Press Prize. Sus múltiples trabajos también suman 18 libros imperdibles, como “Pasaporte”, editado en 1974, “Misión de la Madre Teresa en Calcuta“, 1985; “Fotógrafos en el trabajo”, 1992, Detrás de la Escena”, en 2009 y su más reciente “El hombre y la bestia”, con fotos de México y la India, de 2014.
Sin embargo, pragmática y realista como es, dice que el fotoperiodismo debe hallar su nicho entre las publicaciones actuales pues “ningún anunciante de productos de consumo o de lujo quiere ver su producto junto a fotografías de hambrunas o matanzas”. De tal modo que la jurado del FINI 2015, generosa por definición, no escatima su esfuerzo para enseñar sus habilidades a propios y extraños, ni niega su presencia en los sucesos en que la fotografía y la justicia social se conjuntan como en esta V edición del Festival Internacional de la Imagen.
La obra de Mary Ellen Mark podrá ser vista en las instalaciones de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), que junto con su Patronato y el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), organizan por quinta ocasión el Festival Internacional de la Imagen en Pachuca de Soto, Hidalgo, México.